Nobles, caballeros, sencillos pastores, hermosas niñas que escucháis mi relato, si os maravilla lo que os cuento, no creáis que es una fábula tejida a mi antojo para sorprender vuestra credulidad. De boca en boca ha llegado a mà esta tradición, y la leyenda del sepulcro que aún subsiste en el monasterio de Montagut es un testimonio irrecusable de la veracidad de mis palabras.Creed, pues, lo que he dicho, y creed lo que aún me resta por decir, que es tan cierto como lo anterior, aunque más maravilloso. Yo podré acaso adornar con algunas galas de la poesÃa el desnudo esqueleto de esta sencilla y terrible historia; pero nunca me apartaré un punto de la verdad a sabiendas.Bécquer: Creed en Dios (leyenda)Sabemos que Bécquer indagó con pasión en las posibilidades que ofrecÃa la capacidad musical de la lengua. Schopenhauer señaló que la música hablaba de la realidad y expresaba lo metafÃsico de todo lo fÃsico del mundo, por lo que servirÃa, asociada a la poesÃa, para convertir a las palabras de sombras en objetos, en flores, en emanaciones del Ser; y August Schlegel habÃa sostenido que la labor de la poesÃa moderna se cifraba en reconciliar los dos mundos que nos dividÃan, y esa conciliación hacÃa necesario recorrer las conexiones misteriosas y sagradas que unÃan las impresiones sensibles con los más altos sentimientos. Para el pensamiento romántico -lo ha estudiado Comellas-, la música proporcionaba recursos para la tarea de representar este infinito del sentimiento: la música se comunicaba Ãntimamente con la realidad metafÃsica, ya que ella era el ritmo original de la naturaleza y del universo; sugerÃa la idea de un organismo vivo, en constante cambio y evolución; y el ritmo y el silencio ofrecÃan posibilidades mucho más sugestivas que el lenguaje, ese sistema cerrado, pobre, concluso, del que hablara Hoffmann. No es difÃcil reconocer todos estos elementos en la poética becqueriana, que fue también toda una indagación sobre cómo el lenguaje se enfrentaba a la inefabilidad. (De la Introducción de E. Ortas Durand)LA EDITORA: ESTHER ORTAS DURANDLicenciada en FilosofÃa y Letras (FilologÃa Hispánica) y D.E.A. en Literatura Española, por la Universidad de Zaragoza. Su campo fundamental de trabajo es la Literatura Comparada; dentro de ella, ha dedicado diversos estudios a los relatos de viajes por la España de los siglos XVIII y XIX, desde distintas perspectivas (estética, paisajÃstica, imagológica, de género). Ha trabajado como profesora ayudante en la Universidad Libre de Bruselas (2000-2003) y en la de Mons-Hainaut (2003-2004) y profesora asociada en la Universidad de Zaragoza (2004-2005).