Italia despegó y hoy no es el paÃs donde vivió Revel, que contrastaba con la Francia de posguerra. Sin embargo, el pensamiento de Revel sigue manteniendo el vigor que poseÃa, y hace ver, en retrospectiva, una realidad que muchos podÃamos camuflar y que puede aplicarse perfectamente al viajero de hoy, no solo al de Italia, sino al de cualquier otro sitio. El viajero mitifica sus destinos, siempre excelentes, se asombra de los manjares exquisitos que prueba cuando es incapaz de saborear la cocina de su propio paÃs. Todos tenemos un mito de Italia, como reconoce Revel. Pero, en ocasiones, es necesario que alguien nos dé la vuelta a ese mito para poder seguir disfrutando de ese magnÃfico y adorable bello paÃs.